Escuela de Verano Trans: Cuando Cosas van Mal

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Nos gustaría decir que explorar tu género, salir del clóset, transicionar (si eso es lo que quieres), es como navegar por aguas tranquilas. Desafortunadamente, tenemos que ser realistas: ser trans no es fácil, como sabrás por lo que vemos en los medios o simplemente hablando con otras personas trans.

Desde hace un tiempo, personas trans de todas partes del mundo han luchado por hacer del mundo un lugar más seguro e inclusivo para otros trans y para quienes se identifican como no binarios. Sin embargo, cambiar el mundo no es fácil, sobre todo si además estás enfrentando otro tipo de problemas, como ser echadx de tu casa, tener dificultades económicas para pagar tu transición, o lidiar con transfobia en tu trabajo, no estando en un futuro abstracto.

Desarrollamos una guía con problemas comunes que pueden surgir y cómo lidiar con ellos en términos generales.

Si estás teniendo dificultades, queremos que sepas que hay gente allá fuera dispuesta a ayudarte y en algunas ocasiones, están a una googleada de distancia. No estás sólx y es importante que pidas ayuda.

Sin más que agregar …

¿Qué debería hacer si…?


¿Necesitas saltar a cierto escenario? ¡Puedes hacer eso aquí mismo!

…soy sacado del closet cuando no lo quiero estar (ya sea completamente o en una situación específica)?

Ser sacado puede ser muy estresante y en muchas ocasiones fatal. Mientras muchas personas están más abiertas a aceptar a la comunidad LGBTQ en varias regiones del mundo, hay una razón por la que algunos eligen seguir en el clóset y esa razón, es millones de veces más fuerte cuando se es transgénero, especialmente si eres una mujer trans.

No hay nada de malo con querer estar total o parcialmente en el clóset, no lo tienes que explicar ni justificarte con nadie y no estás “siendo cobarde”, ni “decepcionando a nadie” si estás tomando esa decisión por tu propia seguridad.

Salir del clóset es algo que puede ocurrir de manera temprana en la transición (o si no transicionas del todo), durante la transición o incluso después de ella. En algunos lugares del mundo es más seguro ser más abierto acerca de ser trans y las personas viven en modo “incógnito profundo” han disminuído, pero no está bien discutir el hecho de que alguien es transgénero a menos que esa persona haya indicado claramente que está de acuerdo con esa discusión y ha dicho cuándo y dónde es prudente hacerlo.

La gente puede hablar sobre la identidad de género de Caitlyn Jenner porque es una figura pública muy conocida y ella misma lo hizo saber. Pero tú no (a menos que seas Caitlyn Jenner, en ese caso, llámame).

Conforme empiezas a hablar con las personas sobre ser trans, deja muy, muy clara tu postura en las conversaciones acerca de tu género. Enfatiza que sacarte del closet puede ser peligroso, especialmente en algunas situaciones, por lo que si tienes un amigo con gran potencial de apoyarte, pregúntale si está dispuesto a hacerlo si te sacan, y hablen de cómo se imaginan que sería la situación. También dile que no puede hablar sobre tu género (o no género) con nadie, a menos de que tu le digas explícitamente que no hay problema. Mientras te declaras trans en más círculos sociales, esto puede ser muy importante — tu maestro en la escuela podría pensar que no pasa nada si se lo menciona a otro maestro o estudiante pero sabes qué, sí lo es.

Algunas personas toman una actitud muy relajada sobre el tema y hablan abiertamente sobre ser trans, algunos otros simplemente no lo esconden, pero prefieren no hablarlo y hay quienes quieren mantenerlo oculto. Tú puedes elegir qué te hace sentir más cómodo y seguir ese camino.

Entonces, ¿qué pasa si eres sacado del closet súper categórica y públicamente y ya no hay retorno, como por ejemplo, si todo el mundo empieza a hablar de eso en la escuela?

Empieza con el control de daños: encuentra a las personas clave que están involucradas, explícales por qué lo que están haciendo no es correcto y se proactivo para tomar los siguientes pasos. Para tu escuela, eso significa hacerles hincapié de que la administración debe tratarte con respeto y eso incluye que le digan a los estudiantes que se comporten responsablemente. También debes prepararte para responder algunas preguntas e identificar en dónde están tus límites; por ejemplo, si estás dispuesto a hablar con las personas sobre lo que significa ser transgénero, pero también siéntete libre de decirles que el contenido de tus pantalones no es asunto suyo.

Algunas veces ayuda enviar un mensaje masivo: “Hola, sí, fui sacado del clóset, sigo siendo la misma persona, este es el nombre y los pronombres que prefiero que usen cuando se refieran a mi. Si conoces mi nombre anterior y los pronombres que antes usaban para hablar de mi, por favor ya no los uses. Esto es lo que significa ser transgénero (puede ayudar si te comparas con un trans famoso para que los demás tengan un contexto y una historia que conocen). Por favor, trátame como tratarías a cualquier persona. Si tienes alguna pregunta puedes enviarme un mail a esta dirección, aunque también recomiendo que consulten estos sitios para tener más información. Gracias y adiós.”

Ok, ¿pero qué tal si hablamos de una situación muy específica, como una reunión familiar, o una fiesta con amigos o un grupo de estudio, una escuela Hebrea, o cualquier otro escenario? Situaciones específicas y pequeñas como estas pueden dar terror porque te enfrentas cara a cara con personas que conoces bien, con quienes tienes una relación, y las cosas pueden escalar muy rápido. Tomar el control puede ser complicado cuando hay diez miradas fijas y expectantes sobre ti, por eso ayuda hacer un guión previamente para estar preparadx.

“Aunque no estaba planeando hablarlo de esta manera, Junio tiene razón, soy transgénero. Soy la misma persona, estoy viviendo como quien realmente soy y no necesariamente como la persona que la sociedad quería que fuera. Si tienen alguna pregunta, la puedo responder, aunque también hay muchos recursos en internet que pueden consultar.”

Si la situación es poco amigable, hostil o peligrosa, sal de ahí lo antes que puedas y ve a un lugar seguro. Si tienes que llamar a alguien para pedir respaldo, hazlo. A veces eso significa alejarte de personas que creías conocer bien y que tal vez ya nunca más volverás a verlas, y eso puede dar miedo, pero necesitas ver por tu seguridad, no quedarte en un ambiente peligroso para ti.

Últimamente, podrías sorprenderte por los resultados de ser sacado del clóset: a veces parece que la gente tendrá la peor reacción pero resulta ser considerada, te apoya, con preguntas y comentarios amigables. También puede sorprenderte quién reacciona positivamente y quién no. La transfobia frecuentemente se basa en desconocimiento: la gente no conoce a nadie que sea transgénero, o al menos ellos creen que no. Una vez que se dan cuenta que están equivocados y que se confrontan con una verdadera persona trans, que es en realidad bastante ordinaria, pueden tener una actitud muy relajada al respecto. ¡Los humanos son adaptables!

…fui sacado de mi casa o forzado a abandonar mi comunidad social o religiosa?

Una aterradora pero desafortunadamente posible situación después de declararte trans o no binario, es que puedes ser expulsado de espacios importantes para ti. La juventud LGBT (los recolectores de datos no especifican más que eso) conforman hasta el 40% de la juventud en situación de calle, lo que significa que la población trans y no binaria tiene mayores posibilidades de vivir en estas condiciones que las personas cisgénero. Esto está mal, muy mal. Si te encuentras entre ese grupo que fue echado de su casa, ¿qué se supone que debes hacer?

El primer paso es ser proactivo si crees que hay oportunidad de que las personas con las que vives te saquen de casa. Por supuesto, no siempre puedes predecir sus reacciones, pero puedes tener cierta percepción de que tan tolerantes o intolerantes pueden ser. Haz una lista de aliados con los que podrías acudir si es que te echan de casa. Pueden ser miembros de tu familia (tías, tíos, abuelxs, hermanxs que ya no viven en casa), amigxs o tu pareja. Esta no necesariamente será una opción permanente, pero quizá puedan ofrecerte un sofá para pasar un día o una semana, o incluso darte un viaje a donde puedas quedarte más tiempo. Si puedes, incluso habla de la logística de lo que podría pasar con algunxs de estxs aliadxs, así todxs pueden estar en la misma página sobre el tipo de ayuda que necesitarías de ellxs.

Otro paso proactivo que puedes dar, si las circunstancias te lo permiten, es ahorrar un fondo de dinero para emergencias. Puede ser con la mesada que recibes, un cheque o dinero que las personas te han dado por tus cumpleaños. Mientras más ahorres, más recursos tendrás si es que te obligan a irte de tu casa.

Si te sacan de tu hogar, aquí hay algunas cosas que puedes guardar en una mochila, si te es posible:

  • Cualquier documento de identificación (licencia de conducir, pasaporte, acta de nacimiento, etc)
  • Cualquier dinero que hayas podido juntar y/o tu información bancaria.
  • Medicamentos básicos
  • Una lista de contactos con información importante
  • Tu teléfono celular – recuerda que es posible que tus tutores cancelen tu servicio telefónico, así que considera que podrías necesitar usar un servicio de pago por uso.
  • Uno o dos artículos que tengan valor sentimental para ti.
  • Algo de ropa, incluyendo uniformes de trabajo o escuela.
  • Cualquier cosa que no puedas soportar perder tan fácilmente (joyas, fotografías, etc)
  • Tu(s) mascota(s), si es posible.

Si estás en una situación de vivienda temporal (en casa de un amigo, con algún familiar).

Una vez que estés segurx, siéntate con cualquiera de las personas con las que te estés quedando y haz tu mejor esfuerzo de definir expectativas. ¿Por cuánto tiempo será posible que te ayuden? ¿Hay limitantes que necesites saber?

El siguiente paso es usar el tiempo que tengas para intentar conseguir vivienda permanente. Si aún no tienes 18 años puedes investigar si hay albergues para adolescentes disponibles a tu alcance. Si ya eres adulto podría haber un poco más de opciones para ti.

Si tienes empleo, ahorra lo que puedas por si es necesario hacer alguna especie de depósito para algún departamento. Entre más investigues, será más posible que consigas un lugar cuando tu situación temporal termine.

Si tienes a alguien que pueda recibirte permanentemente

necesitas hablar con ellxs para alinear expectativas o detalles de tu residencia. ¿Están esperando que pagues renta aunque sea simbólicamente? ¿Se espera que que ayudes en la casa (cocinar, cuidar de niñxs, trabajo doméstico etc.)?

Una vez que se establecen en conjunto las reglas de convivencia, puedes decidir si quieres o no intentar recuperar tus pertenencias del lugar que te sacaron. Si es seguro hacerlo, puedes enviar un mensaje diciendo: “Vendré a recoger mis cosas el día X a la hora Y y traeré a la persona Z para que me ayude”. Si no crees que es seguro para ti regresar a tu hogar anterior para obtener tus pertenencias, ve si tienes unx amigx o dos que pueden actuar como intermediarios y recuperarlas. Es posible que las personas se nieguen a permitir que tú o alguien en tu representación recuperen tus cosas, o también es posible que digan que las tiraron o regalaron. Sabemos que esto puede ser devastador y puede dificultar la reconstrucción de tu vida, pero recuerda esto: saliste y lo lograste.

Si no tienes a donde ir

Puede ser que te echen y no tengas a quien acudir. Si ese es el caso, hay algunas opciones. Si hay una YWCA cerca, pueden ayudarte a encontrar una vivienda de emergencia. Si estás buscando un lugar explícito para personas trans o no binarios, estas son algunas opciones:

Una es la Trans Housing Network, una organización informal que conecta a personas trans y no binarias con aliados queer que tienen un sofá o una cama de sobra. Hasta ahora, se encuentran principalmente en los EE. UU. Y Canadá. Si bien esta red puede ser un salvavidas, hay algunas cuestiones que debes considerar. Una es que no hay garantía de que encuentres a alguien que pueda darte asilo. La otra es que, si bien la red hace todo lo posible para estar alerta contra las personas que ofrecen ayuda pero tienen malas intenciones, siempre es riesgoso conocer a un extraño.

Si la Trans Housing Network no es una opción para ti, hay algunos refugios que son específicamente para clientes LGBT. El Centro Ali Forney tiene una lista de refugios LGBT con sede en EE. UU.

También hay algunos recursos internacionales, que incluyen:

Reino Unido

Albert Kennedy Trust

Australia

Queensland Gender Centre

Canadá

Sprott House, Toronto

Hay otra forma de exilio que si bien no te quita recursos materiales como la vivienda, pueden ser igual de dolorosa. Por ejemplo, ya no ser bienvenidx en tu comunidad religiosa o espiritual. Si eres una persona de fe transgénero o no binaria, ese rechazo puede hacerte sentir como si estuvieras obligadx a elegir entre dos aspectos importantes de tu identidad. También puede hacerte sentir como si no hubiera lugar para alguien como tú en la comunidad religiosa, lo que puede desencadenar todo tipo de sentimientos negativos hacia ti mismx y tu valor como ser humano.

Afortunadamente, cada vez más comunidades religiosas están expresando su apoyo a los miembros trans y no binarios. Puede que no sean exactamente iguales a la comunidad que te rechazó, pero al menos puedes conocer personas con quienes hablar y que pueden ofrecerte interpretaciones alternativas de textos religiosos que te harán sentir bienvenidx en vez de excluidx. Las comunidades en línea también son buenas maneras de encontrar espacios de fe inclusivos y pueden brindarte una manera de conectar si es que vives en un lugar rural o aislado.

Si no estás segurx de cómo encontrar espacios de fe trans y no binarios, esta es una sólida recopilación de recursos. Si eres judío, hay un proyecto increíble llamado Trans Torah y para los musulmanes trans y no binarios, existe Coming Out Muslim.

…me molestan en la escuela, en el trabajo, en espacios públicos?

Cuando las personas creen que el “acoso” es solamente de índole sexual ( que incluye no solamente tocamientos sexuales, sino también comentarios inapropiados sobre tu cuerpo, tu género, tu sexualidad, tus parejas, entre otras cosas. De hecho, el acoso es mucho más grande que eso. Se trata de lo que te hace sentir inseguro, no bienvenido o excluído. Eso incluye cuando te llaman con el género con el que no te identificas, decirte un nombre que no es el tuyo, hacer comentarios no sexuales pero igualmente relacionados a tu género, sabotearte en el trabajo o en la escuela y otro montón de micro-agresiones.El bullying es una forma de acoso. Conductas agresivas constantes como dejarte notas desagradables o hablar sobre ti en cualquier reunión y a la menor provocación, es acoso.

La transición puede ser un periodo estresante. Muchos trans y no binarios viven acoso (incluídos ambos: físico y emocional) durante la transición y comúnmente también después de haber transicionado. Desafortunadamente, entre mejor “pases”, las probabilidades de sufrir acoso son menores; pero no sientas que debes esconder quien realmente eres para evitar que te molesten.

Si eres una persona binaria trans, podrás notar que algunas cosas extrañas suceden: empezarás a notar el sexismo desde el otro lado de lo binario .

Si eres hombre, eso probablemente significa que serás más escuchado y tomado en serio, aunque sigas siendo la misma persona. Las personas pueden tratarte con más respeto y podrás notar que lo que haces tiene más importancia. Si comentas algo sobre alguien más, por ejemplo, puede ser tomado mucho más en serio de lo que pensabas. Las mujeres podrían estar nerviosas cuando están contigo, cuando antes no era así, o quizá podrían ser menos abiertas a ser abordadas por ti en un espacio casual .

Te beneficiarás del extraño sabor del privilegio masculino que puede ser incómodo, molesto y frustrante para ti. Ser consciente de ese poder que tienes, puede ayudarte a evitar abusar de él. Si eres un hombre negro, es probable que encuentres una nueva forma de racismo, como que las personas piensen que eres automáticamente peligroso sólo por existir; lo que puede ser un problema, en particular con las fuerzas del orden público en muchos países.

Si eres mujer, experimentarás todo lo contrario. Es posible que estés acostumbradx a ser tratadx con respeto y a que se te preste atención aunque no estés hablando; pero entrarás a un mundo en el que esto no es la norma.. Las cosas que dices y haces serán devaluadas, ignoradas y no tomadas en serio, incluso si haces exactamente las mismas cosas cuando la gente pensaba que eras hombre. Es probable que sufras de acoso que antes no habías experimentado, incluido acoso sexual. Las frustraciones cotidianas (personas que te interrumpen al hablar, opinando por ti, haciendo comentarios sexistas y mucho más) pueden ser una verdadera lucha.

No estás solo en esta frustración causada por el sexismo y los roles de género estrechamente definidos. Afirmarte (o dar un paso atrás, cuando sea necesario) puede ayudar a combatir los momentos cotidianos del sexismo diario, pero frecuentemente será una batalla cuesta arriba. Las personas que hacen la transición más adelante en la vida dicen que puede ser más difícil, entre más jóvenes son las personas, pueden ser más adaptables, pero el sexismo no es algo a lo que debamos adaptarnos o acostumbrarnos. Está bien, y es bueno, desafiar y retar a las personas que te rodean.

En muchas partes del mundo el acoso es ilegal, dependiendo del entorno y el contexto. Si sufres de acoso, no tienes que aceptarlo sólo porque “así es como son las cosas”.

Si eres acosado en la escuela por tu género, o por cualquier otro motivo, la escuela puede tener una política de conducta que abarque específicamente el comportamiento inapropiado que estás recibiendo. Acércate a un maestro, miembro del personal o consejero en el que confíes para analizar la situación y averiguar qué tipo de acciones se pueden tomar. Si no te sientes seguro con algún miembro del personal de la escuela, habla con un adulto de confianza y pídele ayuda. Asegúrate de documentar todo en caso de que necesites probar tu caso o presentar una demanda, debes tener todo el material de apoyo posible, incluidos ejemplos del acoso que estás experimentando y un rastro claro de las personas con las que intentaste denunciarlo, de cuándo y qué pasó después.

Lidiar con los acosadores tú solx puede ser frustrante (que es cuando normalmente se acercan, cuando estás solx). Es en esos momentos es cuando los amigos pueden ser útiles. Pueden crear una barrera de defensa para que no estés solo (que no te vean como un blanco fácil), y también pueden dar el ejemplo al resto de cómo debes ser tratadx. Ya sea que tus amigos te acompañen al baño en grupo para que tu presencia no sea notable, o que alguien use tu nombre de manera intencional cerca de un maestro que te sigue llamando por tu nombre anterior. Tus amigos pueden valer su peso en oro. Las personas que quieren acosarte tendrán que pensarlo dos veces, pero también pueden convertirse en víctimas de la inercia: cuando te integras sin fanfarria, será más difícil para ellos atacarte.

¿Estás rodeado de gente despistada? Es posible que te sea útil nuestra guía para crear escuelas más seguras. Si no recibes apoyo, comunícate con un grupo de ayuda legal trans en tu región o país. La mayoría de estas organizaciones puede darte recursos útiles y ofrecer una consulta legal gratuita para discutir opciones. Si tu caso se convierte en algo más grande, pueden ayudarte con una representación pro bono (gratuita). Esto es especialmente común en situaciones con litigios que pueden establecer un precedente legal importante, como garantizar el acceso a los baños, cambiar reglamentos escolares obsoletos, o hacer valer tu derecho a jugar en equipos deportivos.

En el trabajo: Depende de dónde trabajes, tus opciones para afrontar el acoso pueden variar. Si tu trabajo no tiene un protocolo para estas situaciones, puedes motivar a que consideren adoptar políticas específicas contra el acoso lo más pronto posible. Existen guías ya elaboradas como la que tiene el Project Include, la cual está orientada a la industria tecnológica, pero puede ser relevante en otros lugares. Además el departamento de Recursos Humanos también puede investigar sobre estas políticas que cada día son más comunes en los espacios de trabajo. Comenzar con éstas, suele ser el mejor enfoque, porque si tu trabajo dice que está comprometido con terminar con el acoso, puedes acercarte a un gerente, o con la persona que este encargada, para explicar lo que está sucediendo y pedir ayuda. Debes advertirle a tu compañero o compañera que te agredió y si el problema persiste, el empleador debe pensar en formas de aislarlo o correrlo en caso de que el acoso sea sustancial y crónico.

En caso de que en tu trabajo no tenga políticas, o éstas sean deficientes, existe otra opción: recurrir a las leyes. Tú país debe tener una variedad de leyes relacionadas con el empleo y la conducta dentro del mismo. Muchos países (y a veces también las ciudades) tienen leyes específicas que permiten presentar un reclamo en este rubro. Hay que tomar en cuenta que las protecciones legales para las personas trans en el lugar de trabajo son bastante escasas, y es posible que debas pedir ayuda profesional con un abogado o abogada sensibilizada ante estos temas. Esto quizá implique un proceso largo que se puede prolongar por años, entonces, la pregunta que nos surge es: ¿qué puedo hacer a corto plazo?

Si puedes, recluta a una amistad cercana de tu trabajo que esté dispuesto a apoyarte: alguien que te respalde cuando sea posible, que hable con él o la acosadora y le explique que su comportamiento no es aceptable. Esta amistad será la persona que te respaldará si tienes que hablar con un jefe o gerente sobre tu caso. Habla con tu amistad sobre el resultado que deseas obtener: a veces intervenir puede empeorar el acoso, sobre todo si hay un sentimiento de nerviosismo o si se piensa en las consecuencias reales. Tu amigo deberá ser diplomático, pero firme, y debe describir claramente los comportamientos problemáticos, presentar alternativas y negarse a discutir. (“Sigues usando un pronombre incorrecto cuando le hablas a Marta. Ella prefiere que la llamen ella y no él.” o “Cuando Jorge va al baño no tiene porqué importarte, así que deja de molestar”.)

Esta persona que te apoya también puede ser un buen modelo para tus colegas. Por ejemplo, si alguien usa un pronombre incorrecto deliberada o accidentalmente (“¡El pastel que él trajo estaba delicioso”), tu amiga o amigo puede corregir de una manera cortés diciendo: “Sí, ella hace pasteles muy buenos”. Es posible que te resulte agotador o frustrante e incluso incómodo tener que hacer una pausa y corregir de manera pública cada vez que sucede una situación parecida, e incluso te dan ganas de dejar de hacerlo y pasar por alto su error. Por ello, tu amistad de manera educada y a través de su ejemplo puede ser realmente útil: puede corregir a las demás personas sin tener que llamar la atención sobre el hecho de que algo inapropiado acaba de suceder.

En un lugar público: ya sea que vayas al cine o quieras leer un libro en el parque, serás una persona trans en público. Una persona trans muy pública. Esto da paso para el acoso, como comentarios sarcásticos de los empleados, que te griten cosas por la calle, en el baño, en los restaurantes, etc. Pasear con acompañantes puede ayudar a enfrentar este acoso de una manera más segura, aunque a veces no es muy placentero estar todo el tiempo con una escolta para todos lados.

Cuando te encuentres sin tu pandilla la mejor respuesta dependerá muchísimo de la situación. A veces con un “¿Disculpa?” o un “¿Qué te importa?” puede funcionar a la primera. En otras ocasiones, es posible que necesites especificar un poco más o incluso confrontar. Esto puede causar miedo o ansiedad, sobre todo si eres una persona muy pequeña o te encuentras dentro del espectro femenino. Es aterrador estar en un baño sin salida y darte cuenta de que alguien te ha estado observando o incluso siguiendo desde hace rato. Hay que estar consciente de que el acoso puede muy rápidamente volverse violento. Es fundamental llegar a un lugar más seguro lo antes posible. Cuando hablamos de un lugar seguro nos referimos también a la posibilidad de encerrarse en un baño y llamar a un amigo para que te ayude, meterte en una tienda u otro lugar público e incluso tomar el primer transporte público cercano para salir de ahí.

Desafortunadamente, no todos son amigables, incluso cuando estás tratando de evadir un peligro físico: puedes decirle a alguien que estás siendo amenazado o que peligras, y esa persona puede que no te ayude para nada o quizá tu contacto de emergencia puede estar muy lejos para intervenir en una situación mala. Para ello, debes familiarizarte con las entradas y salidas. Busca varias personas que puedan ser comprensivas y empáticas si necesitas ayuda, y si alguna vez observas que alguien que está siendo presa del acoso, no te quedes sin hacer nada, da un paso adelante y deja en claro que la persona que está siendo acosada no está sola.

Una nota sobre la equivocación en el género y el uso del “nombre muerto”: que confundan tu género es horrible, y desafortunadamente, es una de las formas más comunes de acoso trans. Lo peor es cuando ese malentendido es por parte de tus amistades o de familiares. Puede ser cansado estar corrigiendo constantemente a las personas cuando usan mal tu nombre o pronombre personal, pero recuerda que tienes el derecho a hacer esas correcciones. No tienes porqué tolerar esos errores sólo por ser cortés, o porque alguien que te conoce desde hace años se dirige hacía ti de manera errónea, o por cualquiera que sea la razón. Eres un ser humano y mereces ser llamado de la manera que prefieras.

Al principio de la transición es común que la gente se equivoque, sobre todo si te conocen desde hace mucho tiempo. A menudo no es por mala onda, sino por costumbre aunque a veces los corriges y dicen cosas como: “¡Ay, es que para mí siempre serás Fulanita o Sultanito” o cosas del tipo “pero si naciste niña o niño” y ahí es cuando te das cuenta que en realidad son comentarios maliciosos. Lo que puede ayudar a mejorar la situación es decir cosas como: “Pues en realidad ahora me llamo de esta manera y prefiero que te refieras a mí así”.

A continuación algunos consejos que te pueden ser útiles:

  • Evita decir “prefiero”, sabemos que lo usas por amabilidad pero en realidad no prefieres que te llamen María o Pepe, en realidad TE LLAMAS de esa manera. Es como cuando a una persona cis que se llama Mariana todo el tiempo le dicen de otra manera, ella sin duda va a corregir a la otra persona para que la nombre de la manera correcta.
  • No te disculpes. Si alguien no puede entender tu nombre y pronombres correctamente, no es tu culpa. Así que nada de “siento tener que corregirte pero…” o “sé que es difícil de recordar pero…”, no lo digas, por fa, recuerda; ¿qué haría o diría una persona cis si le pasaran todas estas equivocaciones?
  • Sé comprensivo…pero dentro de lo comprensible. Si alguien no te ha visto en diez años, podría llamarte por el nombre incorrecto o quizá estar confundida. Está bien decirle que “hace rato que no nos vemos, así es probable que no te hayas enterado pero ahora uso el nombre X”. En caso de que todo el tiempo se siga equivocando con una corrección simple bastará.
  • Considera pedirles ayuda a tus amigos no sólo cuando estés cerca, sino también cuando no lo estés, porque a menudo es donde se produce el malentendido y se atrinchera. Asegúrate de que tus amigos sepan que estás de acuerdo con (y tal vez incluso aprecies) que se corrija tu nombre en tu ausencia. Cuando comiencen a nombrarte de manera correcta la costumbre se extenderá ya que tus amigos van a corregir a las personas que usen mal tu nombre o tu género y a su vez estos corregirán a otras personas.
  • Si tus “amigos” insisten en la equivocación, no son tus amigos. Los amigos se abrazan y se aman por lo que son, y cuando alguien deliberadamente hace comentarios inapropiados sobre tu género, esa persona no es un amigo. Son unos idiotas. No tengas amistades con idiotas.
  • Si los miembros de tu familia se siguen “equivocando”, las cosas pueden ser mucho más difíciles para ti, dependiendo de tu relación con tu familia, es decir si vives con ellos, si tienen un control sobre ti, puede ser económico o de otra índole. Si puedes, busca familiares que sean tus complices, pídeles ayuda y continúa con las correcciones. Deja en claro que esta persona eres tú y que no vas a cambiar. Deja en claro que conoces la diferencia entre una simple equivocación y un intento malicioso por negar tu identidad. Esto puede ser muy exhaustivo y repetir la misma canción puede cansarte, pero recuerda que de esta manera tu familia estará lejos de la transfobia, y en realidad lo que les pasa es que están confundidos y no saben cómo expresar las preguntas correctas como “¿Qué es una persona trans?”. Mantente firme. No tengas miedo de ser esa persona. Ya sabes, la típica que hace que las reuniones familiares sean muy incómodas. La verdad es que las mejores personas son “esa persona”.

¿… soy abusade sexualmente en la escuela, trabajo en un lugar público?

El abuso sexual es otro terrible fenómeno que desproporcionadamente afecta a los trans y a los no binarios. Para propósitos de nuestra conversación, el abuso sexual es una situación cuando alguien te hace participar en actividad sexual no consensuada. Puede verse como fuerza física, amenazas o coerción directa (por ejemplo, te van a correr o terminar la relación contigo si no lo haces), o hacer algo sexual mientras estás dormidx o bajo la influencia de drogas o alcohol. Si alguien abusado de ti, no es tu culpa. Es suya, y mereces el apoyo y los recursos necesarios para recuperarte del trauma.

Denunciar: Una decisión con la cual muchos sobrevivientes luchan es denunciar el abuso o no a las autoridades. Hay buenas consideraciones en ambos lados de esa pregunta. Por una parte, denunciarlo puede ayudar a los sobrevivientes a sentir que están retomando el control o haciendo lo que está en sus manos para castigar al perpetrador. Denunciar también puede ayudar al sobrevivientx a sentirse más segurx, especialmente si el perpetrador es alguien a quien ve frecuentemente. Sin embargo, los sobrevivientes pueden enfrentarse a la victimización secundaria por parte de las autoridades, normalmente en la forma de incredulidad o culpando a la víctima. Si eres trans o no binario, también tienes que tomar en cuenta la posibilidad de que las autoridades te traten de mala manera por tu identidad de género. Por último, si reportas o no es tu decisión y lo que consideres que te hará sentir mejor.

Hay una concepción errónea de que ir a revisión médica después de ser atacado significa que tienes que denunciar el abuso a las autoridades. Independientemente de si eso es verdad o no, depende de la edad que tengas. En algunos países, si tienes menos de 18 años, lxs trabajadorxs del hospital tienen la obligación de denunciar el incidente. Si tienes más de 18 años, es tu decisión denunciar o no.

Y ya que estamos hablando sobre denunciar, necesitamos discutir qué es una denuncia obligatoria y quién tiene que cumplir con ello. Si alguien es un denunciante obligatorio, la ley requiere se notifique si alguien menor a 18 años está en una situación de abuso actual o constante. También están obligados a reportar si creen que alguien está peligro de lastimar a otras personas o a ellxs mismxs. Normalmente consejerxs, terapeutxs, médicxs y enfermerxs, maestrxs, entrenadorxs, clerigxs y administrativxs escolares deben denunciar de manera obligatoria. La persona denuncia llamando a una línea de asistencia, comúnmente una asociada a servicios de protección infantil. En algunos casos, cuando un menor de edad llega al hospital para llevar a cabo un examen de abuso sexual, las autoridades son notificadas de manera automática.

Puedes tener miedo de hablar con un denunciante obligatorix. Las preocupaciones comunes que hemos visto es que si la o el atacante es alguien cercano a ti, está la preocupación de que será inmediatamente castigado con todas las de la ley. Otra es que la denuncia lleve al atacante a cometer represalias. Si tienes esas o cualquier otra preocupación sobre el denunciar, háblalo con el denunciante obligatorio antes de proceder con la denuncia para que tus inquietudes reciban las consideraciones que merecen.

Un beneficio de la denuncia obligatoria es que si tienes miedo o no estas seguro de cómo denunciar el abuso ante las autoridades, se lo puedes contar al denunciante obligatorio y a partir de ahí ellos lo pueden tomar las cartas en el asunto. Eso puede quitarte presión de encima.

Si no estás seguro en cuál quieres que sea tu siguiente paso como sobreviviente, o si quieres apoyo pero sea que no lo tienes o te da miedo pedir apoyo en persona, busca y habla a una línea de apoyo. Aquí hay una lista de centros de atención para sobrevivientes de violación a las que puedes llamar para solicitar ayuda. Un recurso similar puede ser encontrado en el Proyecto Pandora (Pandora’s Project).

If you decide you’d like in-person help or resources, the best place to go for those is a rape crisis center. Those organizations may not always go by that exact name, but if you do an internet search for “rape survivors resources + my city” you should be able to find the nearest available one. But what does going to a rape crisis center look like? What can you expect from a visit? We’ve outlined some basics of what a visit to a rape crisis center involves. Keep in in mind that these are general patterns and each center may approach the process slightly differently.

Si te incomoda ver a un consejero cara a cara, tienes miedo de que alguien conocido te vea en ese centro, o tienes problemas con el transporte, revisa si tienen un teléfono al que puedas marcar. De esta manera puedes tener el apoyo sin tener que ir físicamente. Si tienes menos de 18 años y te preocupa la denuncia obligatoria, la llamada te permite tener cierto anonimato y que te brinden ayuda.

Si tu inquietud es que un centro de crisis sea amigable para personas trans o no binarias, puedes intentar alguna de las siguientes estrategias para averiguarlo. Una es ver si tienen una página web que te permita ver si sus servicios lo son (lo encontrarás bajo el título LGBT). También está atento a otro tipo de señales que lo indiquen, como estampas de arcoiris o frases como “lugar seguro”, que aunque no son escudos perfectos contra centros transfóbicos, son una buena señal de que las cosas no están tan mal ahí dentro. Claro que también puedes hablar, o solicitarle a un amigo o familiar, y preguntar directamente si atienden a personas trans.

Digamos que has escogido una organización y que tendrás la reunión cara a cara con un consejero. Debes estar preparado para que la primera sesión le dediques una buena parte a llenar papeleo (formatos de información y de consentimiento). También deberás de decir lo que esperas de futuras citas y si tienes que estar al tanto de las restricciones que todo esto conlleve. Por ejemplo, algunos centros se enfocan en apoyo de corto plazo en lugar de algo más a través de los años.
Debes saber que no tienes que hablar sobre los detalles del abuso, ni al inicio de la sesión, ni nunca, si así lo deseas. Tú decides qué parte de la historia quieres contar.

Muchos centros de crisis de abusos sexuales ofrecen servicios más allá del asesoramiento uno a uno. Esto puede incluir grupos de apoyo, soporte legal o médico, y referencias a otros recursos.

Por último, existen algunos recursos para sobrevivientes de abuso sexual y doméstico que son explícitamente para personas trans y no binarias. Éstas organizaciones son grandes fuentes de información así como el apoyo para ti mientras transitas por el proceso de recuperación.

¿… y si no puedo acceder a servicios de ayuda para transicionar?

La falta de posibilidad de acceder a servicios de transición puede sentirse como barrera descorazonadora en el camino, ya sea porque no lo puedes pagar, o porque te dicen que no eres elegible, no puedes transicionar por preocupaciones sociales o cualquier otro número de razones. El tener a tus papás de tu lado puede ayudar mucho cuando llegue el momento de pelear por beneficios en centros de salud y compañías de seguros. Pero sabemos que esa no siempre es una opción.

En muchos países, los menores de edad no son elegibles para algunos o muchos servicios de transición – este es un tema con el que desafortunadamente no te podemos ayudar – dicho esto, por lo menos, deberías poder acceder a bloqueadores de pubertad. Así mismo, dependiendo la zona donde vivas, las políticas sobre esto pueden ser más o menos flexibles. Algunas clínicas no prescriben estrógeno o testosterona a menores de edad, algunas pueden hacer excepciones y otras no. La mayoría no hacen cirugías de confirmación de genero a menores de edad, pero puede haber excepciones, especialmente si esto está atado a problemas de salud, por ejemplo: ofrecer una histerectomía si sufres de períodos menstruales debilitantes.

Si tus barreras al transicionar se deben a no contar con o ser excluidx de un seguro médico, hay más opciones que puedes explorar. En muchos países hay clínicas de bajo costo que proveen servicios básicos en una escala variable, incluso para jóvenes y algunas también pueden ofrecer asistencia con necesidades de transición más complejas. Como mínimo, estas clínicas deberían poder ayudar con el tratamiento hormonal, asesoramiento o terapia. Algunos también ofrecen atención y asesoramiento sobre salud sexual. Intenta buscar en Google “clínica de género” + tu ubicación para ver qué resultados aparecen y examina estos sitios web para obtener más información sobre los servicios que ofrecen, si atienden menores de edad y si cuentan con una escala variable de atención o una opción de asistencia de costos.

Algunas personas pueden optan por usar una campaña de donación para obtener ayuda con el pago de la transición, ya sea recolectar donaciones en su blog o sitio web o una campaña de donación más organizada. Las campañas de donación pueden ser complicadas cuando eres menor de edad, ya que puedes violar el acuerdo de servicio de algunos sitios, en cuyo caso es posible que necesites contar con la ayuda de un adulto, pero debes saber que la cuenta estará vinculada a su cuenta bancaria, por lo que es una buena idea considerar abrir una cuenta de doble firma para asegurarse de que el dinero no desaparezca. Al configurar una campaña de donación en línea, piensa en la seguridad: no usar tu nombre completo, usa un apartado de correos como tu dirección física y ten cuidado al revelar detalles de identificación como la región donde vives. Si bien las campañas de donación en línea son más exitosas con imágenes, videos e historias personales, analiza quién podría verlo (familia, amigos, escuela) y cómo podrían usar esa información. Incluso si te sientes bastante cómodo fuera del closet, ten en cuenta que las personas que realizan campañas de donación pueden convertirse en el objetivo de acoso en la red, así que anticípate a estos eventos antes de iniciar la campaña de donación.

Si tienes problemas para encontrar una clínica en tu área, es posible que debas acudir a la región urbana más cercana para encontrar una clínica. Los proveedores de atención médica no te atenderán de forma remota: deberás organizar transporte a la clínica. Sin embargo, este tipo de lugares a menudo comprenden cuándo los pacientes tienen que viajar largas distancias y pueden tratar de agrupar citas y hacer seguimientos telefónicos cuando sea posible. Si te encuentras en esta situación, llama a la clínica para que analicen tu situación y revisar si pueden atenderte antes de programar una cita.

¿Dificultades con tus padres? Si has salido del closet con tus padres y ellos te apoyan, esto no siempre significa que están a bordo con el proceso de transición, y algunos padres pueden ser más titubeantes que otros (o completamente resistentes al tema). Si tus padres son transfóbicos y muy resistentes a cualquier tipo de conversación sobre ser trans, utiliza la vieja técnica de psicología inversa: digamos que quieres ver a un terapeuta especializado en cuestiones de género para hablar sobre tus sentimientos y proporcionar una lista de sugerencias. Comenzar lentamente puede alentar a tus padres a seguir en contra de esta decisión. Sin embargo, si tus padres comienzan a sugerir terapeutas, investígalos cuidadosamente: ya que pueden estar confiando en listas de falsos profesionales de la salud que se especializan en terapia “reparativa” o de “conversión” diseñada para “volver a las personas heterosexuales” o cis, depende del caso. En algunas regiones, este tipo de terapia es ilegal, y puede buscar opciones legales para protegerte, como llamar a servicios de protección infantil o el organismo que regula este tipo de proveedores de salud mental.

Puedes ayudar a normalizar algunos mitos básicos cuando hables con ellos acerca de ir a una clínica de género:

  • Ir a una clínica de género no significa que vas a comenzar la transición de inmediato: se realiza a un ritmo moderado cuando hay menores de edad involucrados.
  • Los bloqueadores hormonales son completamente reversibles. Si comienzas a tomar bloqueadores y cambia la forma de identificar y presentar tu género, pero te sientes incómodo o la sensación de que no es lo correcto para ti, puedes dejar de tomarlos. Esta no es una decisión irreversible que arruinará por completo el resto de tu vida.
  • Si eres consideradx candidatx para terapia con estrógenos o testosterona, el tratamiento no será de inmediato, y es probable que empieces con una dosis baja. Tú y tu terapeuta tendrán el tiempo necesario para decidir en conjunto cuándo iniciar y decidir si el tratamiento es el adecuado para ti. Si bien las hormonas pueden causar algunos efectos irreversibles, también puedes dejar de tomarlas, y muchos de los efectos más obvios desaparecerán en unos pocos años. Sin embargo, estudios sobre jóvenes transgénero muestran niveles muy bajos de arrepentimiento sobre tratamientos hormonales, en parte porque los jóvenes esperan un tiempo para asegurarse de que son una buena opción.
  • La cirugía a tu edad es bastante improbable. Incluso si es una opción que está sobre la mesa, es probable que la cirugía sea aprobada después de muchas conversaciones y cuidadosas reflexiones; esta debe ser una decisión pensada con calma para que no lo lamentes después.
  • La investigación muestra que la mayoría de los niños son bastante conscientes de su identidad de género a los cinco años, lo que significa que el deseo de transicionar no es un capricho inventado, fase o período de juego. Eres quien eres

…Estoy experimentando problemas de salud mental?

Ser transgénero o de género no conforme puede conllevar un estrés mental significativo, especialmente para los jóvenes. Investigaciones realizadas por organizaciones como la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales en los Estados Unidos muestran consistentemente que las personas transgénero tienen más probabilidades de experimentar depresión, abuso de sustancias, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. Las tasas de suicidio también son inquietantemente altas en la población trans. No eres anormal, extrañx o rarx si tú y tu cerebro están teniendo dificultades: lo que estás experimentando puede ser un efecto secundario común de vivir en una cultura que no acepta a personas como tú, especialmente si tienes que lidiar con un hogar, escuela o situación social estresante. Pero no estás solx. Muchas personas trans han estado donde estás, y hay numerosos recursos para las personas que necesitan servicios de salud mental: no hay nada de qué avergonzarse si tienes problemas de salud mental y te vas a sentir mucho mejor contigo mismx y con el mundo si pides ayuda.

Para empezar: si tiene pensamientos suicidas, ya sea que tengas un plan específico en mente o no, debes comunicarte de inmediato con una línea de ayuda para suicidios en tu área, y si tienes una línea directa específica para trans como el Proyecto Trevor en el EE. UU. En 866 488-7386 o Trans Lifeline en 877 565-8860 en EE. UU. Y 877 330-6366 en Canadá. Suicide.org mantiene una extensa lista de líneas directas de todo el mundo.

Si te estás haciendo daño o estás pensando en hacerte daño, debes obtener ayuda inmediata. Esto incluye cortarse, rascarse, quemarse, golpearse a sí mismx o cualquier otra cosa que tenga la intención de infligir dolor, ya sea que el objetivo sea el dolor o la sensación que viene después. Una excepción a esto es participar en actividades BDSM consensuadas, informadas y mutuamente agradables que causen dolor. Mientras esas actividades se realicen con el objetivo del placer, la exploración o la conexión con una pareja además del dolor, no se considerarán autolesiones. Sin embargo, ten en cuenta lo siguiente: BDSM puede convertirse en una herramienta de enmascaramiento o de afrontamiento en lugar de una faceta de tu vida sexual, y si te encuentras involucrado en BDSM en respuesta a sentimientos de ira, tristeza u otras emociones fuertes, puedes estar utilizando el BDSM como una herramienta de evasión poco saludable. Háblalo con tu pareja y, si tienes dudas, busca un terapeuta amigable con quien hablar.

¿No tienes pensamientos suicidas, pero te sientes rarx o malhumoradx? Si te sientes mal a veces es bastante normal. Pero si tiene síntomas que persisten durante más de una semana, es hora de comunicarte con una organización local de salud mental para hablar sobre tratamientos más a fondo. Puede que te sorprendas, lo que tú consideras una “enfermedad mental” a veces puede ser un signo de una enfermedad física, o viceversa, por eso es importante que te evalúen.

Estas son algunas señales de advertencia de que es posible que necesites hablar con alguien:

  • Tienes un estado de ánimo excesivamente feliz o muy depresivo durante más de una semana.
  • Te sientes invencible y asumes riesgos que normalmente no tomarías, o que atraen la preocupación de amigos y familiares.
  • Estás escuchando voces (¡incluso las que parecen tener buenos consejos!).
  • Estás convencidx de que alguien te está siguiendo, conspirando contra ti o tratando de arruinar tu vida / o algo en lo que estás trabajando.
  • Estás experimentando muchos sentimientos negativos sobre ti mismo: eres gordx, fex, estúpidx, nunca tendrás éxito en nada, eres un gran farsante y todos lo saben, nunca serás capaz de vivir como auténticamente, todos te odian, no mereces a tu pareja, no puedes hacer nada bien …
  • Te das cuenta de que tienes problemas para concentrarte y mantenerte encaminadx, y estás menos interesadx en las cosas habituales, especialmente en las cosas que solías disfrutar. Tal vez parece que ya no puedes terminar algún libro, o la idea de hacer ejercicio es realmente repugnante, o no puedes ni mirar los últimos episodios de tu programa de televisión favorito, o tu proyecto de tejido rápido ha durado meses.
  • Las actividades de la vida diaria, como bañarte, comer, cumplir con el horario de tomar los medicamentos, llegar a la escuela o al trabajo a tiempo, mantener un horario de sueño normal y mantener tu entorno como a ti te gusta, son extremadamente difíciles. Tal vez estás durmiendo demasiado o muy poco, comiendo mucho menos o más de lo normal o te estás perdiendo tu clase de matemáticas del primer período. ¡Estas son todas malas señales!
  • Estás consumiendo alcohol y otras drogas más de lo habitual (o en absoluto, si generalmente eres abstemio), especialmente si las usas para auto medicarte cuando te sientes enojado, estresado, asustado o molesto. Si te das cuenta de que necesitas alcohol u otras drogas, ya sea que te sientas mal cuando no las uses o que las hagas parte de tu rutina diaria, esto también es una mala señal.
  • Tienes más o menos impulso sexual de lo normal, o estás asumiendo riesgos sexuales cómo tener sexo sin protección, reunirte con extraños para tener relaciones sexuales o dejar que tus parejas te empujen a tomar más riesgos de lo que quieres. Si te encuentras empujado deliberadamente más allá de tus límites ignorando tus propios sentimientos / necesidades en lugar de sentir un entusiasmo por la exploración, es posible que necesites hablar del tema con alguien.
  • Tienes picos intensos de pánico o ansiedad, ya sea que estén relacionados con algo estresante o no. Tal vez despiertas con el corazón palpitante, o tienes una gran reacción a algo que no debería ser tan estresante. ¿La idea de un examen sorpresa hace que se te seque la boca mientras apenas puedes pasar saliva? ¿Estás tan asustado por hablar con uno de tus padres que harías cualquier cosa para evitarlo?
  • ¿Sientes que tus reacciones a todo son un poco exageradas? ¿te enojas por las cosas más simples, lloras sin razón aparente, tu ansiedad se dispara por algo bastante menor? Se perdió tu cuchara favorita y eso te pone furioso y comienzas a buscar desesperadamente en todos los cajones, ¿o la cuchara se cae al piso de la cocina y comienzas a llorar?, esas son señales de advertencia de que algo no anda bien.
  • También puedes experimentar problemas que están específicamente relacionados con tu género y con las preocupaciones de transición: sentir que nunca “pasará” o serás “lo suficientemente trans”, preocupación temas de dinero, temor a no ser aceptadx socialmente, estrés por tener intimidad con alguien, molestia por encuentros con transfobia y otras emociones negativas. Puedes pensar en estos como “problemas sociales” o “algo con lo que tienes que lidiar”, pero un profesional de salud mental puede ayudarte a manejarlos de manera más efectiva.

Si crees que requieres ver a un profesional de la salud mental porque una o más de las cosas de esta lista te han llamado la atención. ¿Qué sigue? Lo primero que debes saber es que muchos tipos diferentes de personas trabajan en el campo de la salud mental. Eso incluye no solo a los psiquiatras, sino también a los psicólogos, algunos trabajadores sociales, enfermeras, consejeros, terapeutas y, a veces, médicos generales, según lo que necesites. Todos tienen fortalezas y debilidades y todos brindan diferentes servicios. Si estás buscando un proveedor de atención médica que también pueda ayudarte a acceder a los servicios de transición, o si crees que deseas mantener la transición como una opción futura, deberás tener especial cuidado al elegir un especialista para trabajar. Dependiendo de dónde vivas y de la (s) clínica (s) donde quiera que te atiendan, es posible que necesites una carta de alguien con calificaciones específicas, generalmente de un psiquiatra, MD o un trabajador social clínico con licencia. Si eso es un problema para ti, mencionalo en tu primera cita para que puedan decidir juntos si la persona que estás viendo es la adecuada para ti.

La mayoría de los profesionales de salud mental querrán hablar contigo mientras evalúan tus necesidades, esto puede incluir:

  • Medicamentos, ya sea temporales o a largo plazo, para ayudarte a controlar los desequilibrios químicos en el cerebro. La medicación psiquiátrica no es una “salida fácil” o una “trampa”: es médicamente necesaria y puede ayudarte a mantenerte estable. Tampoco es una conspiración de Big Pharma o algo que se le vende a las personas y que no tiene ningún efecto real. Si te funciona, estás experimentando un efecto. Puede tomar varias semanas para que los medicamentos tengan efecto y no todos los medicamentos funcionan de la misma manera; por lo que si un medicamento determinado o una combinación de medicamentos no funciona (no te ayuda a sentirte mejor y / o tiene efectos secundarios terribles), habla con tu doctor. A menudo los medicamentos proporcionan el espacio que necesitas para respirar mientras trabajas en lo tuyo.
  • Terapia, que puede tomar muchas formas. Tal vez hayas oído hablar de Freud y el psicoanálisis, pero también hay terapia cognitiva conductual y muchas otras opciones. Estas también pueden incluir cosas como hipnosis, que puede parecer tonta, ¡pero a algunas personas les resulta muy útil!
  • Terapia grupal, que puede ser útil si te encuentras en una zona que la proporciona. Trabajar en un grupo te da la oportunidad de interactuar con personas que tienen experiencias similares. Puede ayudarte a hacer amistades y conexiones, intercambiar consejos sobre habilidades para afrontar las dificultades que se vayan presentando y tener un espacio seguro para hablar sobre problemas.
  • Para las personas que realmente están teniendo dificultades y que no reciben alivio de otras terapias, lx médico puede hablar sobre estimulación cerebral (aquí hay imanes involucrados) o la terapia electroconvulsiva (TEC), que tiene una mala reputación, pero ha progresado mucho desde los días en los que fue utilizada de forma peligrosa e inapropiada. Si bien ambos pueden sonar como métodos pseudocientíficos extraños, en realidad no lo son: son bastante efectivos para algunos pacientes. Sin embargo, tu médico no va a saltar a ninguna de estas terapias como una sugerencia: estas son opciones que surgen cuando “se han probado muchas opciones a través de los años y el paciente no responde a los tratamientos más normales”.
  • Acupuntura, Tai Ch’i, reiki, ayurveda, meditación, masaje, medicina tradicional china u otras formas de terapia “no tradicional” (por la cual se lee “no occidental”). Algunas personas descubren que su salud mental se beneficia cuando integran en el cuidado de la salud física, el trabajo energético o la espiritualidad. Si bien esto no es para todos, puede valer la pena explorarlos como complemento de la atención que le das a tu salud mental.

Debido a que la atención a la salud mental puede ser un tema sensible y delicado, no asumas que tienes que ir con el primer médico que encuentres o con el primer médico que cubre tu seguro. Si te sientes incómodo o crees que no hiciste click con el terapeuta, ¡pide recomendaciones! Un profesional de salud mental responsable puede recomendarte a un colega que podría ser mejor en el tema. Obviamente un médico que de atención transfóbica no es opción. Puedes sentirte cómodx con alguien que trabaja con diferentes modalidades (no todas las terapias funcionan para todxs), una persona de un género específico, alguien que tenga más experiencia con pacientes trans, o simplemente si alguien hace “click” contigo, recuerda que tu relación con tu médico puede ser muy larga e importante, por lo que si tienes una mala vibra en la primera cita, di “fue un placer conocerte” y busca a alguien más.

Las recomendaciones de boca en boca son la mejor manera de encontrar terapeutas trans amigables. Si no conoces a nadie que vea a un terapeuta, o ninguno de tus amigos es muy afín a la idea, amplía la búsqueda. Los centros locales de recursos LGBQT, a menudo son un buen comienzo y en algunos países, los profesionales de la salud mental tienen organizaciones profesionales con personas que se enfocan específicamente en la atención de personas transgénero, por lo que pueden proporcionarte un directorio con terapeutas que se pueden adecuar a tus necesidades. También, si en tu zona hay una clínica que trata a jóvenes trans, a menudo, dentro del personal hay terapeutas que pueden trabajar contigo.

Si te preocupa que tus padres se enteren, puedes estar un poco en apuros. Tus citas con el terapeuta aparecerán en cualquier papeleo o factura del seguro y es posible que debas pagar de tu bolsillo para evitar alertarlos sobre el hecho de que estás viendo a un terapeuta. En algunas zonas, los servicios gratuitos o de bajo costo de este tipo, están disponibles para personas que lo necesiten, aunque en ocasiones son personas que aún se están capacitando, no sientas que eres el conejillo de indias. Estos profesionales de la salud mental están supervisados y si sientes que alguien no está trabajando bien contigo, puedes solicitar el cambio a otra persona. Las clínicas gratuitas o de bajo costo para el público en general pueden requerir comprobantes de ingresos, residencia u otros documentos de apoyo, así que llama con anticipación para asegurarte de llevar lo necesario.

Si estás de acuerdo con que tus padres lo sepan (¡o si te están apoyando!), Todavía estás cubierto por la confidencialidad médico-paciente en la mayoría de los casos, lo que significa que si bien tus padres pueden saber que estás viendo a un terapeuta, no se enteraran de lo que hablas o el por qué asistes a esas consultas. Dependiendo de dónde vivas, es posible que el proveedor de servicios de salud te solicite que informes de problemas específicos, generalmente con respecto a amenazas creíbles para ti u otras personas y evidencia de abuso, especialmente si eres menor de edad. Antes de entablar una relación con un proveedor de atención médica, pídele que explique por completo si, cuándo y cómo compartirán la información que has proporcionado. Si te preocupa algún punto en específico, pregunta.

.… Tengo problemas mientras viajo con una aerolínea, tren u transporte?

Viajar cuando eres trans o no binario, puede ser muy divertido, porque estás viendo el mundo y conociendo gente nueva, reuniendote con viejos amigos, asistiendo a eventos sociales orientados a personas trans, etc. Pero transportarte puede ser estresante (cualquiera que vea Twitter probablemente ha leído historias periódicas de terror de viajeros trans o no binario, generalmente mujeres). Las agencias de seguridad y las fuerzas del orden no son exactamente conocidas por ser socialmente progresistas y tienden a quedarse atrás en muchos aspectos, lo que puede ser una mala noticia para las personas que no siguen las normas establecidas por la sociedad.

En última instancia, incluso con todos los excelentes consejos de todo el mundo, puedes terminar en una situación en la que los funcionarios con los que estás interactuando son simplemente imbéciles. Solo recuerda que no eres tú, son ellos.

Sin embargo, hay algunos pasos que puedes seguir para que viajar sea menos estresante.

Si no has cambiado tu nombre y / o género legalmente, la información en tu identificación puede no coincidir con tu aspecto. Aunque puede ser doloroso, en ocasiones es necesario explicar brevemente que eres trans o no binario y es por eso que tu identificación no coincide con tu aspecto. Si viajas a una zona conservadora, desafortunadamente tendrás que considerar modificar tu presentación de género sólo para pasar por la zona de seguridad. Sabemos que no es lo ideal, pero levanta tu cabello hacia atrás en una cola de caballo o afeitate, usar un pantalón neutral / camisa informal. El atuendo puede ser tu salvación en seguridad, incluso si se siente horrible.

Si estás tomando hormonas, empacalas con cuidado e incluye su empaque original junto con tu receta. Si tomas medicamentos inyectables, es una buena idea llevar tus jeringas en un estuche (con tu receta médica) o un contenedor de objetos punzantes de viaje. La medicación siempre debe ir en el equipaje de mano y en la mayoría de los países, está legalmente permitido transportar los suministros médicamente necesarios en la cabina de un avión o en el compartimento de tren personal. Si te detienen y los funcionarios solicitan registrar tu equipaje, explica que llevas medicamentos recetados y que todas las etiquetas de los medicamentos están presentes. Si tienes agujas, especifícalo, infórmale al personal de seguridad dónde están e indica si tienes objetos punzantes usados ​​en un contenedor de objetos punzantes de viaje. Recuerda: tus recetas no dicen por qué estás tomando el medicamento, por lo que si le preguntan, puedes decir que es una terapia de reemplazo hormonal (¡exacto!) No es necesario agregar detalles.

Si has tenido una cirugía y los oficiales de seguridad solicitan realizar una revisión física sobre cualquier área sensible. El personal de seguridad que realiza las revisiones suele ser muy exhaustivo e invasivo y te harán preguntas sobre las “anomalías” que encuentren, como aglutinantes o protuberancias que no esperan encontrar por lo que suponen sobre tu género. Por eso, si es posible, solicita una evaluación privada para que puedas hacer cualquier divulgación necesaria en un zona más segura y cómoda para ti que la fila de control de seguridad. Te puede ser útil conocer las políticas de seguridad con anticipación; por ejemplo, en algunos países, es ilegal pedir que remuevas prótesis o bultos o rellenos de bra.

Dependiendo de dónde te encuentres, si sufres algún maltrato por parte de elementos de seguridad, tienes diferentes opciones. Puedes informarlo a los supervisores y al centro de tránsito (aeropuerto, estación de tren), y también puedes informarlo a una comisión de Derechos Humanos. Te puede ser útil buscar esta información con anticipación y tenerla a la mano mientras viajas en caso de que surja algún problema.

En algunos países, existen sanciones legales por ser LGBQT, incluso pena de muerte. Si necesitas viajar a estas regiones, es posible que debas hacer algunos compromisos personales para no comprometer tu seguridad, como vestirte y presentarte de una manera que coincida con el nombre y el marcador de género en tu identificación. Sabemos lo doloroso que es esto, pero queremos que estés a salvo y cuando se trata de equilibrar ser quien eres con tu seguridad personal inmediata, debes tomar decisiones difíciles.

…pierdo amistades o ¿me enfrento a la homofobia y transfobia?

Es posible que hayas escuchado el refrán que dice que para hacer una tortilla, se deben romper algunos huevos. Esa es una forma bastante desdeñoa de decir que a veces algo nos puede causar mucho dolor: a medida que sales al mundo como una persona trans y comienzas a interactuar con ese mundo tal y como realmente eres, es posible que encuentres actitudes desagradables de personas que creías que eran tus verdaderas amistades, e incluso algunas de estas personas pueden abandonarte por completo.

Entonces, comencemos por el principio:

La homofobia tiene una serie de bestias que son reales. Mucha gente no puede separar el género de la sexualidad, así que si eres, por ejemplo, una chica trans a la que le gustan los hombres, es posible que haya personas que digan que lo que en verdad eres es una persona gay y que simplemente lo estás ocultando. O quizá te encuentres con chicos que dicen que no quieren salir contigo porque no son homosexuales, lo cual para ti está ok ya que no eres un chico, entonces ¿cuál es el problema aquí? O tal vez eres un chico trans que le gustan los chicos y las personas te dicen que no eres un gay “de verdad”. O tal vez eres una persona genderqueer a la que no le gusta a nadie, pero no eres asexual, entonces de seguro te dicen que tan sólo eres una persona reprimida. O qué tal que sólo por ser trans, también debes ser raro, incluso si eres heterosexual. O tal vez…bueno, a estas alturas ya sabes de lo que te estamos hablando.

Si las personas confunden tu género y orientación sexual, puede ser por dos razones: ignorancia o malicia. ¿Cómo identificar cuál es cuál? Fácil: a través de una conversación breve puedes llegar al fondo del asunto. Es útil tener un guion memorizado donde puedes incluir una sugerencia sutil que indique que la persona puede buscar en internet sobre el tema y así tiene la oportunidad de aprender más sobre el género y la sexualidad. Seas o no gay puedes pensar en respuestas que podrían reforzar inadvertidamente actitudes homofóbicas: asegúrate de que las personas entiendan que se trata específicamente de ti y de tu relación con el género y la sexualidad. No es lo mismo decir: ¡Sólo porque sea trans no significa que sea gay! A decir “Si bien algunas personas trans son homosexuales, en realidad yo soy heterosexual” o “Todavía estoy explorando mi relación con mi sexualidad, pero en cuanto sepa bien qué onda sin duda te lo haré saber”.

Ahora bien, ¿Qué es lo que realmente pasa con la transfobia? Para empezar puede encontrarse a tú alrededor, en toda la sociedad y la cultura pop, e incluso, puedes encontrarla donde menos lo esperas: en tu casa y eso es lo que más duele. Lo que te puede ayudar a enfrentar esta situación es separar las dos formas de transfobia: la que se origina desde la ignorancia o la que radica en la malicia.

La transfobia ignorante proviene de personas que no han conocen para nada la cultura trans. Sus comentarios y actitudes provienen de un lugar de confusión, desconocimiento o falta de comprensión. No es tu trabajo educarlos (para eso ya tenemos Internet), pero puedes saber que cuando algunas personas de plano no tienen ni idea de lo que les estás hablando, no es sinónimo de maldad. A veces les lleva un tiempo entender y claro que no es necesario que tomes sus manos entre las suyas y les enseñes el camino de la verdad. Para eso está Google que es donde pueden obtener más información. Puedes sugerirles ciertos enlaces y con eso está. Recuerda que la ignorancia a menudo incluye muchas preguntas invasivas u obvias, que si quieres contestar o no está bien, ya que todo depende de la persona, la pregunta y el contexto.

En cambio la transfobia maliciosa es una forma muy vil de actuar, ya que las personas saben exactamente lo que están haciendo y diciendo. Realmente odian a las personas trans debido a lo que se les ha inculcado creer. Este tipo de personas hacen comentarios que parecen ignorantes, pero hay un odio detrás de ellos. La mejor manera de lidiar con ellos es a menudo correr (nunca caminar) hasta la salida más cercana que encuentres.

Quizás la mejor manera de ilustrar la diferencia entre los dos tipos sea con un ejemplo: Es muy distinta esta enunciación: “No entiendo por qué las personas transgénero quieren usar el otro baño” a decir: “Las personas transgénero ponen en peligro a los y las niñas, de hecho nunca me sentiría seguro en un baño con una persona trans”. Aunque ambas frases pueden usar un tono ofensivo, una nace del desconcierto y la confusión y se nota que proviene de alguien que nunca pensó en el tema, y en cambio la otra frase es cruel y vengativa.

Cuando te encuentras con personas transfóbicas que no conoces, o que no te importan, el efecto es socialmente dañino, terrible y molesto, pero no te toca tanto como cuando la transfobia proviene de conocidos o de seres queridos para ti. Es algo muy difícil de lidiar. Tener un guion también es útil: “Puedo entender cómo piensas, sientes o crees sobre esta situación pero en realidad…” “La verdad es que no tengo mucho tiempo para discutir este tema contigo, pero te recomiendo que lo busques en internet. Hay un montón de información en Internet.”

No todas las personas pierden a sus amistades al declararse trans, pero la verdad es que es probable que suceda y sabemos que se siente horrible cuando sucede, sobre todo si esa amistad es alguien cercano que conoces desde hace algún tiempo. Sin embargo, alguien que quiere deshacerte de ti, virtualmente o literalmente, sólo porque eres trans nunca fue tu verdadera amistad. Debes saber que tú eres una persona genial y vales muchísimo, por lo cual mereces salir con gente igual de genial y valiosa. Las personas transfóbicas no son para nada geniales ni valiosas.

Si acabas de perder a alguien especial por estos motivos de seguro que sientes un vacío enorme. Lo sabemos y por eso no te vamos a salir con una frase motivadora cliché o con un discurso condescendiente sobre cómo vas a “mejorar muy pronto” y además vas a “sobrevivir” y además “todo va a estar bien; porque es una realidad que se siente horrible perder a un amigo, y es natural sentirse terriblemente. Incluso es probable que te sea más difícil abrirte con nuevas personas en el futuro y te cueste sentir seguridad y confianza. Lo único que podemos decirte es esto: tu gente está para ti ahí afuera. Tal vez a la vuelta de la esquina o en algún rincón del país. El caso es que están allí para ti y aunque te cueste trabajo encontrarles ten por seguro que ahí estarán.

La situación puede ser a veces incómoda cuando tienes amistades que pueden creer que tienen que escoger un bando. Tendrás que decidir cómo navegar esas relaciones de forma individual, pero es normal si tienes que pedirle a tu círculo social que no quieres estar en el mismo espacio que tu ex amistad. También estás en todo tu derecho si haces la petición de no saber nada de esa persona e incluso pedir que por favor no compartan detalles de tu vida con esa gente. A veces las personas pueden querer mediar entre ustedes, y si eso no es algo que quieras puedes trazar un límite y explicarles que sabes de sus buenas intenciones pero que la verdad no están ayudando a mejorar la situación, al contrario.

Suele suceder que el ser humano se asusta de cosas nuevas, e incluso ese susto se puede convertir en terror. Pero no tienen por qué pasarte la bolita de sus miedos. Ya depende de ti si quieres sacarlos de tu vida. También depende del nivel de malicia involucrada. Recuerda que tú tienes el derecho de negarte a aceptar una disculpa, o aceptarla, pero no por eso vas a seguir frecuentando a esa persona. Por otro lado, si alguien vuelve a ti y estás realmente feliz de tenerlo de nuevo en tu vida, no dejes que la gente te influya por los comportamientos de las personas en el pasado. Tú tienes la oportunidad de tomar tus propias decisiones.

¿Sientes cansancio y agotamiento? Igual de este lado del camino, pero la verdad es que apenas estamos tocando la superficie del tema. Sin embargo, que resistir ya que los últimos días de clases están a la vuelta de la esquina.


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