Escuela de Verano Trans: ¡La magia de las hormonas!

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Después de la transición social, muchas personas se enfrentan a la pregunta si quieren o no realizar la transición médica (hormonas) y/o quirúrgica. En este texto, discutiremos el caso de las hormonas. (Nuestra siguiente publicación indagará en los detalles esenciales de “la cirugía” (comenzando con el hecho de que hay múltiples).

Lo primero que debes saber sobre la transición médica es esto: no es necesario que la realices. No ahora, no después o nunca jamás. Puedes comenzar a tomar hormonas para tratar tu disforia. Hay muchas opciones disponibles, pero no tomar hormonas no significa que no calificas como trans, y decidir dejarlas si no te funcionan no va a significar perder tu membresía sindical. Te repito: no hay tal cosa como ser lo suficientemente trans por alguna razón…y esa razón es que no existe lo suficientemente trans.

Algunas personas optan por no tomar hormonas debido a una variedad de razones, incluyendo problemas en la salud, preocupaciones sobre la fertilidad futura y desinterés por las hormonas. Otras personas pueden tener dificultades para solventar el acceso a las hormonas, lo que me lleva a la segunda cosa que necesitas saber sobre la transición médica: las hormonas son medicamentos complejos y potencialmente peligrosos que pueden causar efectos secundarios graves, por lo cual deben tomarse bajo la supervisión médica. No compres hormonas en línea o uses las de otras personas, y tampoco las intercambies. Si no conoces la procedencia de un medicamento, podría estar adulterado o contaminado y podrías enfermarte gravemente. Incluso si un medicamento está dentro de una regulación farmacéutica si lo tomas incorrectamente, podrías poner en peligro tu salud.

También estamos enfáticamente en contra de lo que algunas personas llaman “transición natural”, en la que se intentan usar hierbas y suplementos para imitar los efectos de las hormonas. Somos conscientes de que hay muchas guías que discuten este tema, y nos gustaría reiterar lo que se dijo anteriormente: las hormonas son complicadas y potencialmente peligrosas, los compuestos aunque sean “naturales” pueden ser dañinos y podrías dañar gravemente tu cuerpo. Además no hay evidencia que sugiera que este enfoque realmente funciona, pero sí que puede enfermarte gravemente.

Reconocemos que puede ser desgarrador, frustrante y agonizante sentir que tu cuerpo cambia sin tu consentimiento de manera que te hace sentir en un estado sumamente incómodo. Controlar tu disforia puede ser extremadamente difícil, así que a continuación ofrecemos algunos consejos para ayudarte a sentir mucho mejor en tu cuerpo. No te desesperes: los adultos trans están aquí para decirte que puedes vivir la vida que deseas. ¡Aguanta!

Hay muchas opciones seguras y legales para obtener hormonas, como clínicas gratuitas o de bajo costo y podrían estar disponibles para ti. A veces y desafortunadamente esto significa tener que esperar y esto puede ser muy difícil. Pide ayuda a tu médico, y si esa no es una opción, investiga un poco, pero siempre, siempre ten mucho cuidado.
Ahora bien, si gustas puedes ir al área específica que te preocupa y leer pequeños textos:

Bloqueadores hormonales

Dependiendo de la edad que tengas, dónde vives y otros detalles de tu situación, puedes comenzar con los “bloqueadores”, también llamados “bloqueadores de la pubertad” o inhibidores de la pubertad (de manera muy formal; agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Tal y como su nombre lo indica lo que hacen es bloquear la liberación de las hormonas desde la glándula pituitaria, lo cual detiene la pubertad. De manera más precisa suprimen la hormona luteinizante (LH) y a la hormona foliculoestimulante (FSH), que son las hormonas responsables de desencadenar la producción del estrógeno y la testosterona. Pacientes que usen bloqueadores no pasarán por la pubertad ni desarrollarán signos reveladores como los senos, testículos más grandes, más vello corporal ni redistribución de la grasa.

Aquí está lo bueno de los bloqueadores: te permiten tomar un descansito de tu desarrollo. Mientras uses bloqueadores, puedes conocer tu cuerpo y sentir comodidad contigo a medida que decides qué pasos tomar a continuación. En cualquier momento, puedes quitar los bloqueadores y dejar que tu cuerpo regrese a la pubertad. También puedes optar por cambiar los bloqueadores a la terapia de reemplazo hormonal y una vez que cambias a la terapia de sustitución hormonal (TSH) comienzas el proceso de la pubertad.

Al igual que la transición social, los bloqueadores hormonales son completamente reversibles. Muchos adultos creen que saben todo sobre menores trans, y que experimentarán un “arrepentimiento” más adelante. Se equivocan: investigadores de la Universidad Northwestern llevaron a cabo una extensa investigación sobre infancia trans y los bloqueadores hormonales; donde descubrieron que la intervención temprana es sumamente benéfica para jóvenes trans. Además, una gran ventaja de los bloqueadores es que no se tiene que pasar por procedimientos de transición costosos ni frustrantes como una cirugía mayor, terapia con láser, etc.

Si eres menor de 18 años los bloqueadores pueden ser la opción viable para ti. Antes de que te receten los bloqueadores, tu médico querrá reunirse contigo y con tu familia para discutir tus necesidades y determinar el apoyo disponible durante lo que puede ser un periodo estresante.

¿Cómo se administran?

Hay dos opciones: una inyección o un implante. La inyección (Leuprolide o Depot Lupron) se administra una vez cada tres meses, y tu médico puede enseñarle a tu familia a cómo hacerlo desde tu casa. Si ya no quieres usar los bloqueadores tan sólo deja la inyección y tu cuerpo hará lo suyo. Puedes detener los bloqueadores y comenzar la terapia de sustitución hormonal (TSH). El implante (Suprellin o Histrelin) administra una dosis lenta de hormonas y debe cambiarse anualmente con ayuda de anestesia local. Los pacientes que usan el implante pueden extraerlo y comenzar la TSH o permitir que sus cuerpos comiencen a producir hormonas por su cuenta.

¿Cuáles son los riesgos?

La administración de bloqueadores en la juventud trans es lo que se conoce como un uso “extra oficial” de estos medicamentos. Si bien fueron reconocidos como seguros después de rigurosas pruebas y evaluaciones, no fueron diseñados para menores ni se evaluó la supresión de la pubertad en la mente. Médicos siguen los estándares desarrollados en su comunidad y los que indicó el fabricante. Esto significa que no conocemos todos los riesgos. Por ejemplo, los bloqueadores hormonales pueden tener un impacto en el desarrollo del cerebro y en la densidad ósea, porque la testosterona y el estrógeno influyen en ambos. No hay suficiente investigación disponible para mostrarnos cómo reaccionan jóvenes trans a los bloqueadores, aunque esto cambiará en los próximos años.

Por eso es particularmente importante tomarlos bajo supervisión. Un médico puede controlar tu salud y los niveles de hormonas (y otros indicadores) en tu sangre, así como hablarte sobre cualquier cambio emocional que puedas estar experimentando. Esto ayudará a mantenerte más saludable y feliz, pero también se sumará al conjunto de experiencias e investigaciones sobre los bloqueadores para que sean más seguros para las generaciones futuras. Debes informar cualquier efecto secundario, aún con el miedo de que tu médico te quite los bloqueadores. Es posible que no necesites suspender el medicamento, y en caso de que eso suceda puedes trabajar con tu médico para resolver el problema rápidamente y buscar otro medicamento alternativo ya que puedes estar reaccionando mal ante un bloqueador, pero ¡quizá podrías encontrar uno mejor!

Estrógeno

Si ya estás mayor, o estás ready para la transición después de tomar bloqueadores y tu médico cree que es razonable hacerlo, puedes comenzar a tomar estrógeno y un bloqueador de andrógenos si es que tu cuerpo produce testosterona naturalmente. Es posible que hayas escuchado que el estrógeno es una “hormona feminizante” u “hormona femenina”, que es un término que no me gusta usar porque no necesariamente se toma para lograr un cuerpo “femenino” si es que te identificas como no-binario o disconforme con el género. Además muchas personas que no son mujeres producen estrógeno de forma natural. ¡Puedes llamarlo simplemente estrógeno!

Antes de comenzar con el tratamiento tu médico te va a pedir algunos análisis de sangre para verificar tus niveles hormonales actuales, verificar la salud de tu hígado y riñones, los niveles de colesterol y otros indicadores importantes de tu salud. Es posible que quieran realizar un examen físico y también revisarán los efectos, riesgos y beneficios de las hormonas. Que soliciten información sobre las hormonas no significa que debes comenzar de inmediato: tú (y posiblemente tus padres o tutores) pueden firmar un formulario de consentimiento informado donde se indica que se comprenden los detalles del tratamiento y quizá ese mismo día te van a dar una receta con el tratamiento pero en realidad también puedes esperar ya que las hormonas son una gran decisión y no tienes porqué sentir presión de usarlas.

El estrógeno tiene una serie de efectos en el cuerpo. Causará el desarrollo de los senos (aunque no podemos decirte el tamaño de la copa que podrás usar) obligará a la grasa corporal a redistribuirse (¡hola caderas!) y tiende a suavizar la piel. Hay varias fórmulas químicas disponibles y la que recomiende el médico dependerá de cada caso. El estradiol (E2 o 17β-estradiol) es muy popular en estos momentos.

Los bloqueadores de andrógenos (anti andrógeno o antagonista androgénico) generalmente se recetan junto con el estrógeno. Ofrecen beneficios que el estrógeno no tiene como detener o prevenir la calvicie, limitar el crecimiento del vello facial y reducir las erecciones espontáneas. También ofrecen otro beneficio: cuando tomas anti-andrógenos, puedes reducir tu dosis de estrógeno, evitando algunos posibles efectos secundarios. También puedes tomar un anti-andrógeno solo, sin estrógenos, si lo que deseas es bloquear la testosterona en tu cuerpo pero no desarrollar los rasgos físicos asociados con la terapia con estrógenos.

Los progestágenos también pueden aparecer los tratamientos hormonales, aunque no son de uso generalizado. Algunos médicos pueden usarlos como suplemento del estrógeno, o como una alternativa al estrógeno si están preocupados por ciertos efectos secundarios.


Si su terapia de reemplazo hormonal incluye inyecciones y necesita información adicional sobre cómo realizarlas, aquí encontrará guías sobre inyecciones intramusculares y subcutáneas.

¿Cómo se administra?

El estrógeno está disponible en varios formatos, incluyendo píldoras, geles, parches e inyecciones. Los investigadores han descubierto que cuando el estrógeno se administra por vía transdermal (gel o parche), el riesgo de coágulos sanguíneos y triglicéridos elevados (grasas malas) tiende a ser menor. Por esta razón, las personas trans mayores de 40 años que usan estrógenos a menudo lo toman por esa vía. Tu médico puede recomendarte este método si es que tienes antecedentes familiares con estos problemas.

Los anti-andrógenos se encuentran como píldoras y los progestágenos vienen en forma de píldoras y cremas.

¿Cuáles son los riesgos?

Los tratamientos hormonales pueden ser arriesgados y la mejor manera de reducir esos riesgos es trabajar de la mano con tu médico. Es posible que debas probar varios medicamentos y una variedad de dosis para encontrar los que te funcionen. Vas a necesitar análisis de sangre de manera regular para controlar tus niveles hormonales. Nunca tomes más de lo recetado, aunque estés impaciente por ver algunos cambios, ya que puedes experimentar efectos secundarios graves.
Entre otras cosas, si tienes demasiado estrógeno en tu cuerpo, una enzima llamada aromatasa puede convertirla en testosterona ¡y eso es lo último que quieres hacer! Así que si eliges someterte a una orquiectomía (extirpación de los testículos), podrás reducir la dosis de la hormona porque tu cuerpo ya no producirá testosterona.

Un riesgo significativo de la terapia con estrógenos son los coágulos sanguíneos, un problema conocido entre las personas que producen estrógenos por su cuenta. Si fumas ese riesgo es muy elevado, lo cual es otra excelente razón para no fumar. Las personas que reciben terapia con estrógenos también pueden experimentar una pérdida de densidad ósea, por lo que el médico puede recomendar suplementos para solucionar dicho problema. La migración de la grasa, que entusiasma a muchas personas, al cambiar tu silueta puede causar depósitos de grasa abdominal que son potencialmente peligrosos. El estrógeno también puede contribuir al desarrollo de cálculos biliares y presión arterial alta. Algunos pacientes desarrollan náuseas, vómitos o dolores de cabeza; si son graves o no se detienen a medida que tu cuerpo se acostumbra a la medicación debes reportarlo.

El estrés hepático es otro problema, porque el hígado es responsable del procesamiento de estos medicamentos, por lo que tu médico puede recomendar pruebas periódicas de tus niveles de enzimas hepáticas para vigilar este riesgo. También es posible que quieras cambiar tu estilo de vida como beber menos o incluso evitar ciertos medicamentos, para proteger tu hígado. Esto puede ser especialmente importante con la medicación psiquiátrica, ya que muchas drogas psiquiátricas interactúan con tu hígado. Asegúrate que tus doctores sepan que estás en terapia de reemplazo hormonal para que puedan solucionar posibles interacciones con otros medicamentos.

Los anti-andrógenos, que son procesados ​​por los riñones, pueden conllevar un riesgo de problemas renales. Es importante mantenerse hidratado, discutir posibles interacciones de medicamentos con tu médico y hacerse análisis de sangre regularmente para controlar tus niveles. Si bien el estrógeno puede causar una presión arterial alta, los anti-andrógenos pueden causar presión arterial baja y arritmias cardíacas. Algunas personas desarrollan erupciones cutáneas que siempre se deben informar a su médico.

La fertilidad también es una preocupación. Aunque los cambios de las hormonas son teóricamente reversibles, no sabemos lo suficiente sobre la fertilidad después de la interrupción del tratamiento hormonal, porque no es un problema que surja con mucha frecuencia. Sabemos que el estrógeno y los anti-andrógenos dificultan la producción del esperma. Si te preocupa contribuir con tu material genético a una hija o hijo en el futuro, debes hablar sobre el almacenamiento del esperma antes de comenzar todo el tratamiento hormonal. Si pensar en este tema te parece un poco intenso en estos momentos, no te preocupes, pero es posible que quieras tomar más tiempo para pensar en esto.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Separo los riesgos de los efectos secundarios porque involucran los efectos del estrógeno y los anti-andrógenos en tu cuerpo. Algunos efectos secundarios, como el crecimiento de los senos, una piel más suave y sensible y la migración de la grasa son deseables. También notarás una disminución en el deseo sexual, menos erecciones, una reducción en el volumen de la eyaculación, un crecimiento más lento del vello facial y corporal, una reducción o detención completa en la calvicie. Estos cambios (con la excepción del crecimiento de los senos) son reversibles y si deja de tomar estrógenos, tu cuerpo se reorientará y debes seguir con el tratamiento de por vida.

Muchas personas experimentan cambios emocionales y no por las razones estereotipadas. Con las hormonas correctas en tu cuerpo puedes sentirse más tranqui, más relax y mucho más capaz de manejar los problemas del mundo. Los cambios físicos también pueden ser muy positivos y aunque el tratamiento no puede solucionar mágicamente los problemas de la imagen corporal, definitivamente puede ser un paso en la dirección correcta: estar más cómodo con lo que ves en el espejo puede hacerte sentir más confianza. El camino hacia la transición también hace una diferencia para algunas personas ayudándoles con la depresión y la ansiedad al darles algo positivo en qué concentrarse.

Por lo general tu cuerpo tardará aproximadamente dos años en “acostumbrarse” al tratamiento por lo que se debe tomar en cuenta si estás considerando el aumento de senos. Es una buena idea dejar que tus senos se desarrollen completamente para que sepas con qué “trabajar” antes de reunirte con un cirujano reconstructivo.

Se sabe que las personas con antecedentes familiares de cáncer de seno tienen un riesgo más alto de padecerlo y el agregar estrógeno a su cuerpo podría elevar ese riesgo. En caso de que este sea tu caso, habla con tu médico sobre esos antecedentes familiares para determinar si necesitas cuidado especial con la detección o atención preventiva. ¡Acabas de hacerlas crecer y no queremos que tengan que enviarse de vuelta a la fábrica!

Testosterona

Si tu cuerpo tiene de por sí mucho estrógeno y la verdad es algo que no querías, tu médico comenzará con la terapia de testosterona. Los bloqueadores de estrógenos también están disponibles, pero no se usan tanto. Por lo general, tu testosterona será suficiente para hacer el acto de magia. Chance has escuchado que a la testosterona le dicen la hormona “masculinizante” o “masculina”, pero no tiene que ser una nada de eso para ti, al menos que así lo desees. No todas las personas que producen o toman testosterona son hombres, y no todas las personas que la toman la necesitan para tener una apariencia “masculina”.

Antes de que tu médico te recete testosterona, te va a pedir algunas pruebas para obtener una idea básica de tus niveles de hormonas y colesterol. También discutirán los riesgos y beneficios, firmarás un formulario de consentimiento informado y posiblemente te harán un examen físico. Quizá ese mismo día te van a dar una receta con el tratamiento hormonal pero en realidad también puedes esperar ya que las hormonas son una gran decisión y no tienes porqué sentir presión de usarlas.

Tomar testosterona tendrá una serie de efectos en tu cuerpo incluyendo: más vello corporal, piel un poco más gruesa, aumento del deseo sexual, aumentar la posibilidad de quedarse calvo y cambios en la voz. Hay que tener en cuenta que si tienes el síndrome de insensibilidad a los andrógenos (SIA), no responderás a la terapia con testosterona.

¿Cómo se administra?

Este medicamento viene en forma de inyecciones, píldoras, parches, cremas y geles. Dependiendo del formato, puedes tomar testosterona todos los días, todas las semanas o cada dos semanas. Tu médico pedirá análisis de sangre periódicos para evaluar tus niveles hormonales y determinar si es necesario ajustar la dosis. Especialmente si tienes una afección de salud mental como trastorno bipolar o esquizofrenia, ya que puede tener afectaciones negativas por los picos y los niveles mínimos de las hormonas. (Es posible que hayas escuchado que las personas con ciertas afecciones de salud mental no pueden tomar testosterona, o que sólo pueden tomarla en dosis bajas. Es incorrecto, pero es verdad que se debe de tener más cuidado para encontrar una dosis que funcione).

¿Cuáles son los riesgos?

La testosterona puede causar un colesterol elevado, especialmente en personas con antecedentes familiares de esta afectación. Es posible que puedas hacer algunos ajustes en tu dieta para resolver o prevenir este problema. Tal vez necesites tomar otros medicamentos para mantener tus niveles de colesterol. Si tienes una ooforectomía (extirpación de ovarios), deberás continuar tomando testosterona para preservar la fortaleza ósea, aunque puedes tomar una dosis más baja. (Un dato curioso: ¡la testosterona en realidad aumenta la densidad ósea, reduciendo el riesgo de la osteoporosis!)

Las personas que toman testosterona tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta y resistencia a la insulina. La redistribución de la grasa en el cuerpo también se asocia con una acumulación de grasa abdominal, y no estamos hablando de una panza cervecera, sino de la llamada “grasa visceral” alrededor de tus órganos internos. A esto se le ha relacionado con algunos problemas de salud. Algunos pacientes también experimentan un aumento en los niveles de glóbulos rojos y la hemoglobina a medida que sus cuerpos se adaptan a este medicamento, y si los niveles aumentan demasiado, pueden crear un riesgo de accidente cerebrovascular. Los dolores de cabeza y las migrañas también son problemas documentados en pacientes por lo que se pueden explorar otros métodos.

Conseguir tus niveles correctos hormonales es importante. A algunas personas les gusta mantenerse en una dosis baja para tener cambios físicos leves, mientras que a otras les gusta aumentando la dosis. El “efecto acumulativo” (agregar otras drogas o aumentar su dosis) no hará que tu cuerpo cambie más rápido; de hecho, ¡tu cuerpo comenzará a convertir el exceso de testosterona en estrógeno!

Con la testosterona también existen posibles problemas de fertilidad: no sabemos lo suficiente para hablar sobre la fertilidad futura, pero creemos que hay motivos para preocuparse. Así que si quieres que tus genes los tenga un futuro ser humano, debes analizar la posibilidad de almacenar tus ovarios, sólo para asegurarte de que tendrás algún material con el que trabajar cuando estés ready.

Sin embargo, si bien la testosterona puede tener influencia en la fertilidad, algunas personas continúan ovulando y existe el riesgo de un embarazo, especialmente en los primeros meses del tratamiento. Siempre debes usar un método anticonceptivo para prevenir el embarazo y, por supuesto, la testosterona no te protege de ninguna enfermedad de transmisión sexual por lo que hay que usar condones cada vez que tenga relaciones sexuales, independientemente de cualquier otro método anticonceptivo que uses. La testosterona es un teratógeno (interfiere con el desarrollo fetal causando anomalías a veces fatales), y tu médico puede negarse a recetarte testosterona así que un anticonceptivo reversible de acción prolongada puede ser una buena opción.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Aparte de los riesgos, los efectos secundarios son las cosas que tienden a sucederle a tu cuerpo con la testosterona. A veces esos efectos son deseables y algunos son irreversibles. Comenzar con la testosterona es una gran decisión. Algunos de estos cambios se reflejarán en unos meses, e incluso si dejas de tomar el medicamento, ¡estos efectos secundarios van a seguir!
Uno de los efectos secundarios más inmediatos para las personas que toman testosterona inyectable es la amenorrea (ausencia de flujo menstrual), que generalmente es muy deseada. Las personas que usan una formulación transdermal (parche, crema, gel) encuentran que sus períodos se detienen un poco más tarde, pero generalmente sucede dentro de los seis meses.

Con el tiempo las personas que toman testosterona experimentarán algunos efectos secundarios irreversibles que incluyen: el crecimiento del vello corporal, crecimiento del vello facial, piel más áspera, una voz más profunda y el agrandamiento del clítoris. A medida que la persona envejece, permanecer con testosterona también causará algo de calvicie (pero si tus genes por parte de tu mamá no tienen ese problemita no hay de qué preocuparse). Los efectos secundarios que desaparecerán después de suspender la testosterona incluyen el aumento del deseo sexual, la sequedad vaginal (¡el lubricante siempre será tu amigo fiel), la redistribución de la grasa corporal, una mayor masa muscular y una piel más grasa, que tiende a causar más acné.

Es posible que hayas escuchado sobre el “encabronamiento” y otros estereotipos sobre la testosterona y el estado de ánimo durante toda tu vida, pero la verdad puede sorprenderte. Muchas personas que toman testosterona en realidad comienzan a sentirse más tranquilas, más concentradas y más felices, porque finalmente tienen las hormonas correctas en sus cuerpos, y los cambios físicos que experimentan pueden ayudar a mitigar su disforia y malestar. Dicho esto, como se discutió anteriormente, algunas personas con problemas de salud mental deben tener cuidado, especialmente al principio, para asegurarse que su dosis no entre en conflicto con sus necesidades de salud mental. Las personas que notan cambios de humor dramáticos y cambios de personalidad deben hablar con sus médicos para ajustar su dosis.

¿Mucha información después de toda esa lectura? ¿Demasiado cansancio? ¡Imagina cómo nos sentimos! Pero la conclusión sobre las hormonas es esta: para algunas personas trans, las hormonas mejoran radicalmente su calidad de vida, y cuando se toman bajo supervisión médica, pueden ser altamente seguras y efectivas. Si te interesa, busca una clínica que trabaje con jóvenes trans (o personas no binarias o inconformes con su género) así que no sientas que no se te “permite” el uso de las hormonas si no te sientes del todo chica o del todo chico.


Previamente en Escuela de Verano Trans: Di mi nombre, el doctor, y el lado administrativo de salir del clóset

A continuación: The Wide World of Surgical Transition

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